CARTAS A UN EXTRAÑO -carta #3-

Carta #3
El día que te hablé no se por que estaba tan nerviosa. Al hablarte... Dios! Ya no sé si hice bien o hice mal, en cada palabra que escribías surgían más dudas, el interés por conocerte aumentaba.
Comenzaron a pasar los días y tú y yo seguíamos hablando, resultase ser más interesante de lo que pensaba.
Nuestras conversaciones aumentaron y de un hola y un adiós se convirtieron en preguntas interminables que llegaban a durar hasta ya entrada la madrugada, aunque en muchas ocasiones no tenían sentido aparente, pero la mayoría me han ayudado a darme cuenta de muchas cosas tanto buenas como malas.
Nuestras pláticas llegaron al punto de que en ocasiones discutíamos por equis tema, hasta que alguno de los dos decidía ponerle fin al darle la razón al otro. En otros momentos se tornaban formales o serias y ambos nos abríamos al dar nuestra opinión sobre algún tema.
Te juro que nunca pensé llegar a hablar así contigo, siempre creí que eras la persona más seria del mundo y no, bueno sí pero no tanto, como todos tenias tus ratos, los más tensos eran cuando te preguntaba por tus emociones, era entonces cuando aparecía un muro de miles de metros entre nosotros, aun me pregunto a que se debía esa actitud.
No sé por qué, pero desde el primer momento que te hablé me generaste una gran confianza.
By: Belén González Valencia